jueves, 29 de octubre de 2009

Spa ¿salutem per aqua?

Se desconoce el origen cierto de la palabra “spa”. Algunos historiadores de la lengua lo atribuyen al pueblo belga de Spa, que era conocido en la época romana por sus baños, mientras que otros sostienen que viene del acrónimo en latín de la frase “salutem per aquam”, es decir, “salud a través del agua”.

Según la RAE (Real Academia Española de la Lengua), el término Spa es en su origen un topónimo, el de un centro termal situado en la provincia de Lieja (Bélgica), famoso por las propiedades curativas de sus aguas desde la época romana. A partir del siglo XVII —-como documenta el Oxford English Dictionnary-- se generaliza como denominación común para las fuente termales o establecimientos balnearios en inglés, spa, y de ahí se extiende a otras lenguas. Su uso en español es muy reciente, a veces con mayúscula inicial, y otras todo en mayúscula SPA.